Las evidencias anatómicas

 La anatomía comparada se basa en la comparación de las estructuras del cuerpo de distintos organismos para encontrar un posible parentesco.

• Si son estructuras con una organización interna similar pero adaptadas a funciones diferentes (volar, caminar, aprehender, nadar, etcétera), se deduce que tienen un origen común y, por lo tanto, indican un parentesco evolutivo. Se las llama estructuras homólogas y representan una evolución divergente; es decir, se han diversificado en ambientes diferentes.
• Si son estructuras que cumplen la misma función, pero que no tienen la misma organización interna (como las alas de murciélagos e insectos) ni son «herencia» de un antepasado común, se las llama estructuras análogas; es decir, estructuras que indican una evolución convergente.
• Algunas estructuras están presentes en los seres vivos, pero han perdido su función original. Estas estructuras se conocen como estructuras vestigiales.

Órganos homólogos

Presentan la misma estructura interna, aunque su forma externa y función son diferentes. Son estructuras heredadas de un antepasado común, adaptadas a un nuevo medio. Por ejemplo, el brazo de una persona, la pata delantera de un perro, el ala de un ave y la aleta de una ballena.

Órganos análogos

Cumplen la misma función, pero su origen es diferente. Por ejemplo, las alas de murciélagos, aves e insectos cumplen funciones similares, pero no presentan la misma estructura interna.

Órganos vestigiales

Son órganos que tuvieron una función destacada en especies anteriores, pero que en los organismos actuales se encuentran reducidas o en desuso. Por ejemplo, el fémur y la pelvis de la ballena son órganos vestigiales, ya que esta carece de extremidades posteriores.

Fuente: Texto de Biología, 1ro BGU, Santillana, 2022.