4.4 Organelos de células eucariotas: estructura y función

 El citoplasma de las células eucariotas tiene diversas estructuras, llamadas organelos, que cumplen funciones especializadas.

El retículo endoplasmático

Está compuesto por un sistema de membranas plegadas. Hay dos tipos de retículo endoplasmático: el rugoso (RE) y el liso (REL).

El RER se forma a partir de la membrana externa del núcleo. Allí ocurre la síntesis y modificación de proteínas lisosomales-encargadas de la digestión intracelular- y de proteínas que componen las membranas celulares.

El REL puede o no estar unido al retículo endoplasmático rugoso. Se organiza en túbulos membranosos que tienen por función la síntesis de lípidos y la detoxificación celular de sustancias como drogas o plaguicidas.

El aparato de Golgi

Representación gráfica de la estructura del 
complejo o aparato de Golgi.
 
Está formado por un conjunto de 6 a 20 bolsas membranosas aplanadas, llamadas «sacos», apilados uno sobre otro. En los sacos del aparato de Golgi, algunas proteínas son modificadas químicamente por la adición de glúcidos, en un proceso llamado glicosilación. Además, el aparato de Golgi es el responsable de la secreción celular, es decir, de la producción y la liberación de sustancias intracelulares.



Los ribosomas: son estructuras no membranosas formadas por ARN ribosomal y por varias proteínas distintas que se organizan en dos subunidades: mayor y menor. Pueden encontrarse libres en el citoplasma, asociados al RER o a la membrana externa del núcleo. También se hallan en mitocondrias o cloroplastos. Su función es la síntesis de proteínas.

Los lisosomas: son bolsas membranosas que contienen enzimas hidrolíticas, capaces de digerir sustancias orgánicas. Algunas de estas son las nucleasas, que digieren los ácidos nucleicos (ADN y ARN); las proteasas, que degradan las proteínas; las fosfatasas, que actúan mediante la eliminación de los fosfatos, y enzimas que digieren los polisacáridos y los lípidos.

Las mitocondrias: son los organelos encargados de sintetizar moléculas de ATP en un proceso llamado respiración celular. El ATP es una molécula de alto contenido energético, por lo que la célula la utiliza para acumular energía y usarla cuando lo requiera. El número de mitocondrias en la célula varía de decenas a cientos, dependiendo del tipo de célula.

Los centriolos: se presentan principalmente en células animales, en una zona llamada centrosoma. Los centriolos son pequeños cilindros formados por microtúbulos. Se disponen uno perpendicular al otro y se autoduplican para formar el huso acromático durante la división celular.

Los peroxisomas: son organelos membranoso presentes en el citoplasma de las células eucariotas. Su principal función es oxidar los ácidos grasos, preparándolos para su uso en la respiración celular. En el interior de estos organelos hay enzimas que utilizan oxígeno para oxidar sustancias orgánicas, proceso en el que se forma agua oxigenada (peróxido de hidrógeno). Esta sustancia es tóxica para las células, pero los peroxisomas contienen enzimas que convierten el peróxido de hidrógeno en agua y oxígeno, por lo que no representa peligro para la célula.

Los cloroplastos: son exclusivos de las células vegetales. Contienen clorofila, un pigmento que participa en la fotosíntesis. Los cloroplastos son organelos que tienen su propio material genético, muy similar a lo que ocurre con las células procariotas. Se trasladan en el citoplasma, crecen e incluso pueden llegar a dividirse al interior de la célula.


Las vacuolas: son sacos delimitados por una membrana. En su interior, hay sustancias que se desplazan dentro de la célula hacia el interior y el exterior de ella. La mayoría de las células vegetales tiene una vacuola central de gran tamaño que llega a ocupar hasta el 80 % del volumen celular, mientras que, en las células animales, estas son pequeñas y numerosas. La vacuola vegetal contiene enzimas digestivas cuya función es similar a la de los lisosomas de las células animales. Además de almacenar sustancias nutritivas, las vacuolas vegetales actúan como reservorio de sustancias potencialmente nocivas.

La pared celular: es la capa rígida que rodea la membrana celular vegetal. Es gruesa, dura y resistente. Así, ayuda a dar soporte y protección a las células, lo que impide que revienten cuando absorben demasiada agua. Su componente principal es la celulosa, un polisacárido formado por moléculas de glucosa digerible por organismos rumiantes, los cuales poseen bacterias que secretan enzimas que le permiten degradarla.






Fuente: Santillana S.A

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